EL MAESTRO DESHIMARU

Taisen Deshimaru nació en 1914 en Saga (Japón), en el seno de una antigua familia de samurais. Su madre era una ferviente budista y su padre quería que hiciera una carrera comercial. A los veinte años empezó a estudiar Económicas. Pero, decepcionado por la educación moderna que dejaba de lado completamente la dimensión espiritual, y siempre en busca del verdadero sentido de la vida, entró en contacto con la enseñanza del zen.

Por fin su búsqueda le condujo a Kodo Sawaki. A éste se le respetaba y admiraba en todo Japón por su vida sencilla y libre. Le había devuelto al zen toda su frescura al sacarlo de los templos que estaban estancados en el formalismo. Cuando Deshimaru se acercó al maestro, éste, sentado en zazen sin darse la vuelta, sin ni siquiera levantar la vista, le dijo: 'Esperaba tu visita con impaciencia.' Deshimaru se convirtió en su discípulo y le siguió fielmente manteniendo su vida en el mundo social. Cuando le pidió que le ordenara monje, Kodo Sawaki le contestó: 'En nuestros días los monjes se han hecho profesionales. No hacen zazen y ejecutan mecánicamente las ceremonias para los laicos. Comprendo que me lo pidas, pero prefiero que sigas viviendo en el mundo social y que sigas practicando zazen. Haré de ti un gran monje.' Así, Taisen Deshimaru llevó una vida social y familiar mientras siguió practicando zazen con su maestro. Poco a poco integró en su vida la contradicción entre lo material y lo espiritual que le había atormentado en su juventud. Poco antes de morir, Kodo Sawaki le ordenó monje y le pidió que llevara el zen, zazen, a Occidente.

A la muerte de su maestro, Deshimaru permaneció sentado en zazen durante 49 días. Dos años más tarde dejó a su hijo al frente de la familia, arregló sus asuntos y tomó el Transiberiano con dirección a Francia, sin dinero, sin conocer ni una palabra de francés, sólo con su kesa (vestidura de la transmisión) y con los cuadernos de notas de su maestro. Tenía cincuenta y tres años.

En 1967, en París, alojado en la trastienda de un almacén de dietética, Deshimaru practica zazen todos los días y se gana la vida dando masajes shiatsu y conferencias. Sostenido por su profunda fe en la práctica de zazen y en la transmisión de su maestro, consigue hacer accesible para los occidentales la enseñanza de los grandes maestros zen. Impresionados por zazen y por la personalidad de Taisen Deshimaru, cada vez más gente practica con él. Abre un dojo, dirige las primeras seshines y empieza a ordenar a sus discípulos como bodhisattvas, monjes y monjas. Su actividad no se limita a la enseñanza en el dojo. Tiene un profundo deseo de ayudar al ser humano de la civilización actual, cuyo desequilibrio percibe, y de hacer que consiga por medio de zazen una comprensión más profunda de sí mismo y de su vida. Con la ayuda de sus discípulos, que cada vez son más numerosos, crea más de cien dojos en Europa y funda el templo de la Gendronnière, el mayor dojo zen de Occidente. Al mismo tiempo educa a sus discípulos. Su enseñanza es muy concreta y está enraizada en la vida cotidiana. Reconocido por los principales templos del zen soto de Japón, se le nombra kaikyosokan (responsable de la enseñanza del zen) para todo Europa. En su país se le llama 'el Bodhidharma de los tiempos modernos'. Para sus discípulos es sencillamente Sensei, el más antiguo. En sus últimos años, cada vez más consciente de la urgencia de ayudar al ser humano en el desequilibrio del mundo moderno, intensifica sus actividades, trabajando incansablemente, sin permitirse un descanso. A veces decía: 'Quizás mi vida sea breve, pero al menos no habrá sido egoísta.'

A principios del año 1982 se pone enfermo, lo que no le impide seguir haciendo zazen todos los días con sus discípulos. En primavera se va de Francia a Japón y muere el 30 de abril. Sus últimas palabras para sus discípulos son: 'Por favor, continuad zazen.' Durante 49 días, en todos los dojos que había creado, sus discípulos practicaron zazen día y noche en completo silencio.

Taisen Deshimaru legó a sus discípulos la esencia del zen, zazen, que ahora ellos a su vez transmiten, siguiendo con su misión, practicando en los dojos y reuniéndose en el templo de la Gendronnière a lo largo de las grandes seshines del año. Como Bodhidharma que hace mil cuatrocientos años llevó el zen de India a China, como Dogen que hace setecientos años lo introdujo en Japón, el Maestro Deshimaru ha transmitido la esencia de la enseñanza del Buda a Europa y a todo el mundo.

"He ofrecido el verdadero zen a los europeos, es la mayor alegría de mi vida. He hecho realidad el deseo de mi maestro Kodo Sawaki, y estoy convencido de que esto va a hacer historia."

Taisen Deshimaru.

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