MENJU
En el capítulo Menju du
Shôbôgenzô de Dogen, dice: « Entre los miles de fieles reunidos en torno a él
en el Pico del buitre, en el país del Oeste de la India, pero también entre los
millones reunidos en los tres tiempos, el Buda Shakyamuni cogió delicadamente
una flor de Udumbara y la elevó delante de todos. Sus ojos se entornaron. En
ese mismo instante el rostro de Mahakashyapa se iluminó. Él solo entre todos,
sonrió al Buda. Entonces Shakyamuni dijo: «Puesto que yo mismo poseo el Ojo del
Tesoro de la Verdadera Ley y el Espíritu perfecto del Nirvana, yo lo transmito
aquí y ahora a Mahakashyapa.» Esta historia mil veces contada a la que el
Maestro Dôgen siempre vuelve, como la Estrella de la mañana, a la que también Deshimaru
siempre volvía y, creo, todos los patriarcas también, nunca me cansa. ¿Acaso no hay un nexo luminoso entre la
Estrella de la mañana, el Ojo de Shakyamuni, la flor de Udumbara y la sonrisa
de Mahakashyapa?
Raphaël Dôkô Triet
Seikyuji, Rohatsu sesshin 2013
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